José Mari Aierdi nuevo presidente: «Cederna tiene que tener capacidad de interlocución ante otras administraciones»

José Mari Aierdi, en Lekunberri, localidad de la que es alcalde desde 1987. (N.M.)

El nuevo presidente de Cederna Garalur apuesta por fortalecer las distintas comarcas que forman esta asociación de desarrollo para que tengan mayor protagonismo y redefinir una nueva estrategia, siempre desde la participación, que traería cambios en la estructura.

Diario de Noticias, 20 de octubre de 2011
Nerea Mazkiaran

Lekunberri. José Mari Aierdi fue elegido la pasada semana como nuevo presidente de Cederna Garalur, cargo que ya ocupó entre 1991 y 1999. Y es que el alcalde de Lekunberri fue uno de los impulsores de esta asociación sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es el desarrollo económico y social de la Montaña de Navarra. Con un vasto territorio de actuación, la mitad de la Comunidad Foral, aglutina a 80.000 personas. En la actualidad cuenta con 109 asociados entre entidades locales y agentes sociales y económicos.

Fue uno de los impulsores de Cederna Garalur. ¿Qué les llevó hace 20 años a su creación?

Cederna Garalur nació con el objeto de impulsar el desarrollo endógeno y sostenible del conjunto de la Montaña de Navarra desde la cooperación de las entidades locales y los agentes económicos y sociales. Lo fundamental era esa doble línea de trabajo. El desarrollo de proyectos que tienen que ver con la realidad y el medio en que vivimos, la valorización de los recursos que tenemos, con una implicación público-privada. Y todo esto planteado desde el protagonismo de la misma zona. Esa implicación en la definición de estrategia y en el desarrollo de los programas era lo que definía a Cederna Garalur. Con todas las limitaciones presupuestarias que había.

Su candidatura recibió un amplio apoyo en la asamblea, con catorce votos frente a los cinco obtenidos por el candidato de Bildu. ¿Cómo lo valora?

Creo que lo importante en ese momento era tratar de hacer una candidatura lo más amplia posible. En una asociación como la nuestra se debe intentar, en la medida de lo posible, aglutinar y cohesionar a las distintas sensibilidades que la forman. Cederna Garalur tiene que tener capacidad de interlocución ante otras administraciones. Mi reto en este momento es conseguir que todos nos situemos en ese contexto y trabajemos juntos. Cuanto más fuertes seamos, más capacidad de desarrollar los proyectos vamos a tener. Y el punto de partida con ese resultado me parece un buen comienzo aunque necesariamente mejorable.

¿Cuáles serán las principales líneas de actuación para estos próximos años?

Cederna Garalur no nace hoy. En estos momentos está desarrollando varios programas y proyectos con financiación de Europa, del Gobierno de Navarra y de algunos ministerios. Una primera línea de trabajo será hacer un diagnóstico de los programas que se están gestionando en este momento y que líneas de trabajo tenemos que marcarnos para completarlos. Como asociación que nace con vocación de mantenerse, teniendo en cuenta que la situación económica y social es muy distinta a la de hace unos meses o pocos años, sería oportuno hacer un diagnóstico territorial y sectorial. La realidad de las comarcas es muy plural y diferente. No es lo mismo Sakana que Salazar. Hay que analizar cada zona y establecer un plan de actuación con prioridades. No podemos hacer la carta a los Reyes Magos, somos conscientes del momento y por tanto más exigentes con el resultado de las medidas implementadas.

¿Se trata de un cambio en el modelo de estrategia?

El reto es doble. Por un lado, se debe redefinir cuál debe ser la estrategia. Y debe de ser desde la máxima participación, tanto de las entidades locales como de los agentes sociales y económicos que existen en el territorio. Cederna Garalur tiene que ser transparente y abierta a la participación de todos los que nos movemos en el mundo rural de Navarra. Una segunda cuestión fundamental es que estos últimos años han ido conformándose otras entidades de desarrollo sectoriales como consorcios turísticos, etc que trabajan en el mismo territorio y que también dependen de los ayuntamientos. Creo que hay que racionalizar en ese terreno. Tenemos que reforzar las diferentes comarcas para que tengan un mayor protagonismo y adaptar la estructura a la nueva estrategia.

¿Cómo se adaptaría?

No podemos crear una gran estructura central en Pamplona y unos paracaidistas en el territorio que serían los agentes de desarrollo. Hay que fortalecer cada una de las zonas, a la vista de los planes de actuación que se marquen. Cederna Garalur sería la suma de todos.

Ha sido testigo y parte de las dos décadas de Cederna Garalur. ¿Cuáles han sido los principales resultados?

El trabajo realizado ha sido importante en relación al apoyo a emprendedores privados y a los proyectos que se han planteado desde los ayuntamientos en diferentes campos. Se ha hecho un trabajo importante en el ámbito del turismo con los planes de calidad y el apoyo a determinadas infraestructuras y equipamientos pero queda mucho camino por recorrer y los momentos de crisis afectan mucho más a los colectivos más débiles.

¿Considera que es un instrumento fundamental para el desarrollo de la Montaña de Navarra?

Me parece que si no existiera habría que crearla. Vivimos en un territorio atomizado tanto desde el punto de vista municipal como de las actividades económicas y sociales que existen. Es fundamental que establezcamos estrategias de colaboración. Los ayuntamientos tenemos personal técnico en diferentes ámbitos que conocen perfectamente el territorio. El reto es romper esa ligazón de esos técnicos con su propio ayuntamiento, tratar crear un sistema de funcionamiento en el que aportemos todos desde nuestro nivel. El éxito va a estar ligado a que seamos capaces de poner en valor esa transversalidad a todos los niveles.

En esta época de recortes puede parecer que programas de desarrollo de la Montaña pasan a segundo plano.

Al contrario, necesitamos dinamizar la actividad económica. Estamos hablando de actividades económicas muy ligadas al territorio, de pequeños promotores, que normalmente son lo que mejor se adaptan a los momentos de crisis. Estoy convencido de que todas las administraciones concernidas, y por lo tanto también el Gobierno de Navarra, saben que es fundamental mantener los programas de desarrollo rural. Es necesario discriminar positivamente a estas zonas para intentar a salir de la situación de déficit que tienen a todos los niveles.

En la actualidad son 109 asociados entre entidades locales y sectoriales. Hace 10 años eran 140.

Estos últimos años, fruto de la problemática ha habido ayuntamientos y entidades sectoriales que han tenido dificultades para aportar la cuota. Creo que también ha habido un cierto desencanto. Hay que trabajar para recuperar el músculo. Ya he empezado a ponerme en contacto con exsocios, agentes, responsables de consorcios etc para intentar animarles e implicarles en el proyecto para hacer que la gente vuelva a pensar en Cederna como una estructura muy válida para su futuro.

Descárguese la entrevista en pdf

Por | 2011-10-21T08:42:37+00:00 octubre 21st, 2011|Hemeroteca|Sin comentarios