Agrietada cabecera de la ermita de San Martín de Guerguitiáin. El templo es uno de los mejores ejemplos del románico en el valle de Izagaondoa. DN.

Consolidará el ruinoso templo tras reclamarlo hasta seis años el valle de Izagaondoa, e invertirá 331.550 euros

Diario de Navarra, 2 de febrero de 2012
ASER VIDONDO . PAMPLONA.

Tras al menos seis años reclamándose una actuación de urgencia en la ermita de San Martín de Guerguitiáin, en estado ruinoso y con amenaza de derrumbe, el servicio de Patrimonio Histórico del departamento de Cultura del Gobierno foral acometerá finalmente este año la rehabilitación del templo. Así lo dio a conocer ayer y el hecho fue celebrado en Izagaondoa, valle en el que se enclava esta joya románica de finales del siglo XII o principios del XIII.

«Es una gran noticia, y reconoce el esfuerzo y la lucha que, desde la palabra y el trabajo, ha llevado a cabo aquí mucha gente en los últimos tiempos», señalaba satisfecha la alcaldesa de Izagaondoa, Elsa Plano Urdaci. Destacó el apoyo del grupo cultural Valle de Izagaondoa, del amante del románico Ander Ortega, y del responsable local de Cederna Garalur Carlos García. «Tapa las bocas de los incrédulos que derramaron energía negativa sobre nuestra ilusión», añadió.

Cultura encargó hace dos años un levantamiento de planos del edificio para evaluar con precisión sus deformaciones y daños, y el año pasado un proyecto de consolidación al arquitecto Aitor Ramírez Rico. Se afrontará la consolidación y restauración estructural de muros y bóvedas, la reparación de la espadaña y la restauración de las cubiertas. El presupuesto es de 331.550 euros.

La ermita radica en el despoblado de Guerguitiáin y, según el Gobierno, está prácticamente abandonada y recibe sólo cuidados esporádicos en el exterior por parte de un lugareño de la casa Albero. El grupo cultural del valle suele organizar visitas guiadas al enclave, al ser uno de los elementos románicos más representativos de Izagaondoa (como la ermita de San Miguel de Izaga, la iglesia de Artaiz o la torre de Celigüeta, entre otros). El valle tiene el proyecto de la Ruta de Petrus, que potenciará el patrimonio románico de cara al turismo.

Grieta «inquietante»

El edificio es de nave única, dividida en 3 tramos más el ábside semicircular, y se encuentra en estado de ruina progresiva. Dice el Ejecutivo que es «especialmente inquietante» la grieta que recorre verticalmente la cabecera, donde hay adosado un contrafuerte para evitar la apertura y desplome del muro. Esto ha propiciado, además, un movimiento de la cubierta y la entrada de agua a la bóveda de horno, con su consiguiente deterioro.

Los muros laterales se encuentran en «razonable estado» a pesar de mostrar desplomes y grietas, si bien sobre el muro de espadaña no cabe decir lo mismo. La cubierta tiene un agujero grande en el punto donde hace años cayó la campana, perforando la bóveda y dañando el coro, y otro en el lado opuesto, por los que entra agua. También se aprecian daños en la estructura de madera de la cubierta.