En tiempos de crisis, mientras algunas personas lloran, otras venden pañuelos

foto zaldua14 claves para afrontar la adversidad

Por: Marian Cestau. Coach, Formadora y Facilitadora de Procesos de Cambio y Aprendizaje

La crisis es la mejor bendición que les puede suceder a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo, sin quedar superado” Albert Einstein.

Algo bueno tienen las crisis y es que, si aprendemos de ellas, tenemos la oportunidad de experimentar una total transformación. Y esto es posible si empleamos nuestra capacidad de RESILIENCIA.

Si hablamos de emprendimientos, quizás estemos atravesando uno de los momentos más desafiantes en términos de toma de decisiones y de estrategia. El emprendimiento es movimiento, y la resiliencia, una estrategia de crecimiento para quien emprende o ha emprendido.

Y… ¿qué es la resiliencia?. Es la capacidad que puede tener una persona para adaptarse de manera positiva a los cambios o crisis que suceden en la vida; la capacidad de afrontar la adversidad, saliendo de ella con mayor fortaleza y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Trasladando este concepto al ámbito empresarial, podemos afirmar que la resiliencia organizativa es la capacidad colectiva que permite, en las organizaciones, transformar las adversidades en oportunidades, aprendiendo de los procesos de cambio continuo.

Estableciendo estrategias y acciones que transformen las situaciones adversas en positivas, la resiliencia garantiza la supervivencia en tiempos difíciles y la confianza en remontar la situación. Partiendo de que no todas las personas nacemos con las mismas capacidades, sabemos que la resiliencia es una habilidad que se construye y se aprende, ya que es una conducta resultado de competencias, actitudes y experiencias de la persona. La resiliencia humana no es un valor fijo en el individuo, sino que se entrena y se puede aumentar, igual que otras muchas aptitudes.

Con la actual pandemia del COVID-19 los negocios están afrontando diferentes retos: los hábitos de los consumidores cambian y ante esto surgen negocios que resisten a la pandemia, que han sabido reinventarse con la situación y ver oportunidades donde otros ven crisis.

¿Por qué hay tanta oportunidad en una crisis? Porque en esos momentos nacen o se hacen prioritarias algunas necesidades y, como seres humanos, siempre estamos buscando satisfacer eso que nos hace falta; porque la necesidad es la madre de la invención y porque nuestra creatividad se dispara cuando nos llega el agua al cuello.

En el contexto actual, el ecosistema emprendedor hace un aporte magistral, ya que tiene ejemplos magníficos para compartir y ayudar a cambiar la mirada. En las últimas dos décadas, algunas iniciativas emprendedoras han sentado parte de las bases de la realidad que el coronavirus está obligando a implementar para seguir trabajando hoy en día. Mientras algunos sectores se ven forzados a teletrabajar, para una parte de emprendedores y emprendedoras, esto es una cotidianeidad. Y, parece que, muchas empresas no están preparadas para hacerlo eficientemente.

Hay pequeñas grandes acciones que el ecosistema viene practicando como el coworking, la transformación digital, crowdsourcing, crowdfunding, crowlending, entre otras,… muchas de ellas basadas en una economía colaborativa.

Las personas, con sus iniciativas emprendedoras, también han mostrado una capacidad extraordinaria para la resiliencia, encontrando oportunidades en las crisis que pueden servir de faro para iluminar el camino a otras.

Y… ¿cuáles son las características y competencias de la resiliencia en las personas emprendedoras?. ¿Quieres entrenar y aumentar tu resiliencia y tu capacidad de recuperación y adaptación?. Si tu respuesta es afirmativa, sigue leyendo y encontrarás 14 indicaciones para PRACTICAR:

1. Autoconocimiento.

Es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos. Las personas resilientes son conscientes de sus potencialidades y limitaciones y saben usarlas a su favor. Así, pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.

  • ¿Cuáles son tus principales fortalezas y habilidades?
  • ¿Cuáles son tus limitaciones y defectos?
  • ¿Cuál es tu grado de autoconocimiento?

2. Confianza  en sus capacidades.

Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que mantienen sin perder de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr.

  • En una escala del 0 al 10, ¿dónde está tu autoconfianza?

3. Conocimiento y reconocimiento de la importancia del trabajo en equipo.

Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático, su primer objetivo es superarlo. Para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando la necesitan. “Si caminas solo llegarás más rápido, si caminas acompañado, llegarás más lejos”.

Otro factor a tener en cuenta aquí es el de ofrecer ayuda. Sí, incluso en tiempos de crisis en los que tienes que lidiar contigo mismo, puedes ofrecer tu ayuda a otras personas, otras empresas, a tus clientes, a tus proveedores…. Esto mejora tu sentido de cercanía y pertenencia, que son necesidades psíquicas básicas del ser humano. Reconocer que podemos ayudar y proyectar esto con éxito en ti mismo, en ti misma.

4. Pensamientos en clave de resolución de problemas: objetividad a través de un prisma optimista.

Las personas resilientes son muy objetivas, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Piensan que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.

  • ¿Cómo son tus pensamientos?
  • ¿Eres consciente de ellos?
  • ¿Te impulsan o te paralizan?
  • ¿Te acercan o te alejan de tus objetivos y tus sueños, de los de tu empresa?

5. Focalización y delimitación del problema.

Todo puede ser superado si nos focalizamos en el cómo, todo problema tiene que delimitarse para solucionarlo.

  • ¿Te comerías un elefante entero de una vez? No, pues aquí igual: trocear el problema.

6.  Sentido del humor.

Afrontan la adversidad con humor. La risa es una excelente aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones. La risa activa numerosos procesos cerebrales y ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.

  • ¿Cuánto te ríes contigo, con otras personas?
  • ¿Ríes en tu empresa?

7. Creatividad para la búsqueda de soluciones e imaginar nuevos proyectos.

Lejos de limitarse a intentar pegar el jarrón roto, y siendo conscientes de que ya nunca a volverá a ser el mismo, las personas resilientes hacen un mosaico con los trozos rotos transformando su experiencia dolorosa en algo bello o útil. Es hora de imaginar, de crear, de soñar y aprovechar esta situación para sacar lo mejor de ti. Por lo tanto,tienes la oportunidad de buscar nuevos mercados, nuevas formas de hacer, de contactar, de comunicar, de vender, de producir, de servir, de ayudar…  y por ello tienes que pensar en adaptarte y encontrar otras soluciones. Para esto, tienes la oportunidad de hacer una lluvia de ideas: contigo, con el personal que trabaja para ti, con tus socios/as, inversores, clientes, proveedores...

8. Gestión de las emociones.

Expresan lo que sienten y procesan sus emociones. Para aumentar tu capacidad de recuperación es importante, aunque no te guste, procesar, sentir y percibir todas las emociones sin reprimirlas: no sólo las agradables, también el dolor, la ira, la apatía, la culpa, el estrés, el agotamiento, la impotencia,…

  • ¿Qué sientes?
  • ¿Cómo y dónde sientes tus emociones?
  • ¿Las identificas?
  • ¿Cuáles son?

La supresión de las emociones conduce a conflictos emocionales y psicológicos pudiendo complicar el procesamiento de un período de crisis. Por eso llora si quieres llorar y permite que la tristeza y otras emociones se manifiesten. Respeta cómo te sientes y qué emoción sientes. Pero…. no hagas una amistad eterna con la tristeza, ni crees lazos inseparables con ella. Escúchala, descifra su mensaje y aprende de él. Después, apodérate de emociones que te hagan sentir bien y te lleven a la acción, ya que, sin acción no existe nada.  Te ayudará comprender que la incertidumbre es una reacción habitual y adaptativa ante una situación imprevista, que tiene utilidad y que es una emoción cuyo objetivo es contribuir a ponerte  en marcha para reducir esa situación incierta.

La crisis actual impacta en el área del miedo, una emoción muy básica y muy contagiosa. Hay una base psicofisiológica en esto: nuestro cuerpo está preparado para actuar de manera que si percibe una señal de peligro vaya a por todas, reaccione con el todo o nada, y, en esa reacción automática el cerebro no distingue si hemos de protegernos del virus de la gripe o de una catástrofe nuclear, de manera que has de ser tú quien medie en la respuesta para hacerla más racional.

Las personas resilientes logran manejar, conocer y entender adecuadamente sus emociones. Tienden a ser empáticas, amenas, reflexivas… y, al mismo tiempo, vivencian múltiples emociones que logran canalizar para obtener resultados satisfactorios, poniendo esas emociones que sienten a su favor.

  • Y tu gestión emocional ¿cómo es?, ¿cuánto estás satisfecho, satisfecha con ella?

9. Tolerancia al estrés, manejo de la incertidumbre y disposición al cambio: adaptabilidad y flexibilidad.

Tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar los planes y cambiar las metas cuando es necesario. Sin cerrarse ni temer al cambio, están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución. Todo en la vida cambia y evoluciona.

Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, sentimos culpabilidad e inseguridad. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodas aunque no tengan el control. Asumir el miedo y la incertidumbre: es normal que te preocupes por lo que va a pasar la semana que viene o la próxima. Pero preocuparte no es dramatizar, y dramatizas cuando empiezas a generar pensamientos negativos o exagerados sobre las consecuencias no deseadas que pueden llegar a venir. Se trata de focalizar en lo que puedes controlar y desconectarse del resto; cada día las cosas van cambiando y es posible que mañana estés en otra fase, pero no sabes si será buena o mala. Puedes poner el foco también en aspectos positivos y dejar de ocuparte de aquello que no puedes controlar. ¡¡Tú eliges!!

La planificación ha de ser una herramienta flexible que te permita adaptarte según vaya evolucionando la situación, porque si la tomas como una forma de control puede alentar más tu angustia. Se trata de crear un plan de acción en función de las circunstancias actuales, sabiendo que si mañana cambia la situación, con la experiencia de tu plan actual podrás crear otro para adaptarte.

A menudo planificamos y tenemos la ilusión de control cuando en realidad no controlamos tanto, porque hay acontecimientos a los que tenemos que acomodarnos, imprevistos que no estaban planificados porque no dependen directa y exclusivamente de nosotros y nosotras. Cuando no tener planificación te crea inestabilidad o mucha tensión, piensa que es algo limitado, no para siempre. La crisis tampoco es para siempre.

No tener respuestas inmediatas, tener que esperar a que algo se resuelva, a veces crea ansiedad. Puedes angustiarte y frustrarte, pero también puedes adaptarte. ¡¡La elección es tuya!!.

  • ¿Qué eliges para ti y para tu empresa?

La incertidumbre se alimenta con preocupaciones y pensamientos sobre hechos que no han ocurrido y tendemos a engordarla con teorías tremendistas o catastrofistas sobre el futuro. Un tremendismo en el que es fácil caer con la cantidad de inputs de información de alerta que recibimos. Por eso conviene limitar la exposición a la información, acotar un tiempo concreto por la mañana o por la noche para consultarla.   Está comprobado que el tiempo de exposición a información va asociado al nivel de preocupación; la sobreexposición te crea un nivel de alerta que luego cuesta bajar.

10. Aprendizaje continuo, a través de la experimentación.

Las personas resilientes asumen las dificultades como una oportunidad para aprender, para  generar un cambio y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen ahora, en este momento presente. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?….

  • Frente a la adversidad, ¿cuáles son tus preguntas?

11. Capacidad de aceptación y centrarse en el ahora, en el momento presente.

Centrarse en resolver lo que ocurre ahora y no tratar de resolver lo que temes que vaya a ocurrir en el futuro; solo desde el presente es desde donde puedes actuar, desde donde está lo posible, momento a momento. Céntrate en aquello que realmente está a tu alcance en cada situación, en hacer cosas útiles. “El presente desangustia si te permite pasar a la acción”.

  • ¿Cuánto tiempo estás en el presente?
  • ¿Cuánto tiempo alquilas tu cerebro al pasado o al futuro?

12. Orientación a objetivos y logros a corto, medio y largo plazo.

Aclara tus metas y objetivos: crea un mapa o una hoja de ruta. Usa la matriz DAFO-CAME de la resiliencia para tomar decisiones y resolver problemas, que son oportunidades. Apoyándote en ella, haz un balance de los recursos personales y de las posibilidades del entorno para identificar soluciones que fortalezcan las debilidades y contrarresten las amenazas. Desde las propias fortalezas y desde las oportunidades, podrás establecer estrategias, tomar decisiones y diseñar un plan de actuación. Para ello puedes también utilizar diferentes modelos como el SMART, GROW, PURE, CLEAR.

  • ¿Usas alguno/s de estos? ¿Cuál/es?
  • ¿Qué información te dan? ¿Qué te dicen?

13. Comunicación, asertividad y empatía, para interactuar con el entorno.

Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se relacionan con  personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellas que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles. Se rodean de otras personas emprendedoras exitosas. Desarrollan y entrenan sus habilidades de comunicación. Son personas asertivas y empáticas.

  • ¿Entrenas estas habilidades tan importantes para ti y tu negocio?
  • ¿Cómo lo haces?

14. Tenacidad en sus propósitos.

El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.

  • ¿Cuál es tu motivación interna y más poderosa?
  • ¿Para qué estás al frente de tu empresa?
  • ¿Para qué la creaste o la vas a crear?
  • ¿Qué es lo que te hace aceptar retos, aprovechar todas tus capacidades, disfrutar y divertirte con tu empresa, con tu idea y con tu trabajo?.

 

El éxito sólo es posible cuando tus sueños son más fuertes que tus miedos, así es que CUIDA TU MENTALIDAD. Vigila tu mente.  Presta atención al lenguaje que utilizas, a tus palabras, ya que con ellas creas tu realidad. Observa tus pensamientos porque éstos crean tus emociones; éstas, a su vez, te llevarán a actuar de una determinada manera o, tal vez, te paralizarán y te conducirán a la inacción.  Y, finalmente, todo este proceso tendrá como consecuencia un resultado.

  • ¿Qué resultado quieres para ti y para tu empresa?.

En este momento concreto, hoy, ahora que estás leyendo esto….

  • ¿estás en modo solución o en modo problema?
  • ¿eres parte de la solución o parte del problema?

Y…  mejor aún…

  • ¿en qué lado quieres estar?.
Por | 2020-05-05T11:54:33+00:00 mayo 12th, 2020|Noticias|Comentarios desactivados en En tiempos de crisis, mientras algunas personas lloran, otras venden pañuelos